miércoles, 25 de septiembre de 2019

Asclepio y un teatro de impacto en Epidauro


Una auténtica sorpresa este Teatro de Epidauro, situado en el complejo arqueológico del Santuario de Asclepio, dedicado al dios de la medicina y declarado Patrimonio de la Humanidad en 1988. Es realmente grandioso, se conserva en muy buen estado, está perfectamente encajado en la ladera de una montaña y tiene una acústica impresionante que todavía hoy se sigue estudiando. Los constructores griegos aplicaron toda su sabiduría para lograr una acústica perfecta. Los visitantes comprueban con sorpresa que lo que habla una persona desde el escenario con un tono de voz moderado se puede oír con total nitidez desde cualquiera de los doce mil asientos que en 50 filas y en dos niveles, componen el teatro.


Epidauro era una de las ciudades-estado mas influyentes del Peloponeso y fiel aliada de Esparta en muchas guerras. Tanto antiguamente como hoy en día Epidauro es conocida sobre todo por su teatro y por su Santuario de Asclepio. La construcción del teatro es de mediados del siglo IV antes de Cristo (hace 25 siglos) y era uno de los principales escenarios de las Asclepeia, los juegos panhelénicos que tenían lugar cada cuatro años en Epidauro y que incluían deportes, actos sociales, música y representaciones dramáticas. El Teatro de Epidauro sigue activo hoy en día y durante el verano se llevan a cabo todas las semanas diferentes espectáculos de música, danza y teatro.

Asclepio y el museo de Epidauro  



El pequeño Museo de Epidauro se encuentra frente al teatro y en él se almacenan un tanto amontonadas piezas recuperadas en el lugar durante las excavaciones. Aunque algunas de las obras son réplicas de los originales que se guardan en el Museo Arqueológico de Atenas, merece la pena admirar las reconstrucciones de algunas secciones de los templos, los utensilios médicos en bronce que se utilizaban, un gran fragmento del propileo del templo, los capiteles, la estatua de Asclepio, las ofrendas votivas y los altares. 

El lugar se convirtió en la época en un gran hospital. Tenía mucha fama y a él acudían gentes de toda Grecia en peregrinación para curar sus enfermedades. Los pacientes dormían la primera noche en una gran sala, donde el dios de la medicina, Asclepio, les hablaba en sueños de sus males y de lo que tenían que hacer para superar la enfermedad. Después   los sacerdotes traducían estos sueños a recetas y les aplicaban el correspondiente tratamiento para que pudieran curarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares